Por Israel Navarro
El miedo es la marca del crimen organizado en las elecciones de Veracruz. A Morena le ejecutaron dos candidatos a alcalde. El PRI no logró abanderados en cuatro municipios por amenazas de la criminalidad; mientras que el PAN en dos municipios hace solo campañas en redes sociales para evitar a la delincuencia.
A esto se suma que al menos 150 candidatos tienen seguridad otorgada por el gobierno del estado, pero con un detalle que incomoda a los dirigentes de los partidos de oposición: los gastos como alimentos, traslados y hospedajes corren a cargo de la campaña, es decir, “tu seguridad tiene un precio”.
La forma de hacer campañas también cambió. Las imágenes de los últimos años de candidatos ejecutados a plena luz del día y durante sus mítines transformó la forma de hacer proselitismo.
Los grandes eventos masivos se fueron. Ahora son pequeñas reuniones en colonias, dentro de casas, con acceso controlado. Hasta un autoimpuesto toque de queda de que las campañas acaban a las 20:00 horas para no exponerse.
El presidente del PAN en Veracruz, Federico Salomón, cuenta que desde noviembre del año pasado tuvieron problemas para encontrar candidatos, por lo que las medidas que hizo el CEN blanquiazul les ayudaron a dar las nominaciones a ciudadanos y así lograr abanderados en los 212 municipios.
Desde aquellas fechas, su partido detectó 17 focos rojos que, conforme avanzaron los días y el proceso electoral, fueron aumentando por toda la entidad.
Por ello, revela, el 90 por ciento de sus candidatos a alcaldes, síndicos y regidores está conformado por ciudadanos que apenas hace unos meses se dedicaban a todo menos a la política.
Reuniones privadas reemplazan a mítines públicos
Desde su oficina se dictó una nueva manera de hacer campañas para salvaguardar la integridad de sus candidatos, militantes y asistentes.
Los mítines y eventos masivos quedaron eliminados. Se cambiaron por reuniones vecinales en casas y lugares de acceso controlado, además de que las actividades de campaña acaban sí o sí, a las 20:00 horas.
De los nueve municipios donde tienen extremada la seguridad de sus candidatos, es en Cosautlán, Oluta y Alto Lucero donde sus abanderados hacen únicamente campaña en redes sociales.
Toño May, aspirante a la alcaldía de Río Blanco, hasta hace seis meses era un empresario local dedicado a su familia. Nunca imaginó que, tras recibir la llamada del PAN para ser su abanderado, la siguiente sería del crimen organizado para quererlo bajar de la contienda electoral.
May es uno de los nueve candidatos del PAN que ha recibido protección del gobierno del estado, y aunque a sus dirigentes les molesta que la campaña pague por esa seguridad, él lo hace con agrado y reconoce el trabajo que le brindan.
Pero también sigue las instrucciones del PAN desde Xalapa de tener eventos controlados y concluir sus actividades a las 20:00 horas.
Veracruz vive clima de violencia y control del crimen organizado: PRI en Veracruz
En los 20 años de experiencia electoral del presidente del PRI, Adolfo Ramírez, asegura “nunca se había vivido un clima de violencia y de control del crimen organizado” en Veracruz.
Su partido no pudo lograr candidatos en cuatro municipios por los amagos de la criminalidad. Cuenta que en un municipio “nos bajaron a ocho candidatos, y declaramos desierto ese municipio”.
Indica que, además del calificativo de “chillones” que les dieron desde el gobierno del estado, otra prueba del abandono en seguridad fue el ataque a su sede en Xalapa, donde a plena luz del día, durante 40 minutos decenas de embozados quemaron vehículos, mobiliarios, documentos y hasta golpearon a un trabajador sin que alguna autoridad interviniera.
En su partido, al menos 10 candidatos aceptaron la seguridad del gobierno del estado, aunque no están de acuerdo con que ellos deban absorber el costo económico.
Aún con miedo, amenazas y el abandono del gobierno del estado, las campañas electorales en Veracruz van a su recta final en la que el resultado estará manchado por las balas y sangre.
